"Se hizo mucho, pero hay mucho por hacer"
El pastor Leopoldo Maly fue convocado por la Iglesia Reformada e inició en forma reciente su labor en Tres Arroyos. En 2009 retomó la actividad pastoral y meses después surgió la posibilidad de regresar a nuestra ciudad, donde se desempeñó hace más de tres décadas. Un desafío que asume con entusiasmo y la convicción que "hay mucho por hacer"
Y un día Leopoldo Maly volvió. Transcurrieron más de tres décadas desde que se desempeñara como pastor en el templo ubicado en Rauch y Sáenz Peña, donde se encuentra la Iglesia Reformada Cristo Vive. Retomó la tarea pastoral en 2009 y meses después llegó la convocatoria de la congregación del templo de calle Maipú, para una tarea que también abarca a la comunidad reformada de Claromecó.
Maly recibió a este diario en la casa donde hasta los primeros meses de este año residió Roberto Jordan, quien inició una nueva etapa en la Iglesia Unida Reformada de Swindon, Inglaterra. Lo acompaña su señora María y al concretarse la entrevista, el viernes último en horas de la mañana, la visita muy especial de uno de sus nietos era motivo de alegría. "La abuela anda corriendo atrás del nieto. El convivía diariamente con nosotros cuando estábamos en Azul -explica y sonríe-. Allí han quedado una hija y un hijo, que estudia en la Facultad de Derecho; mis otros tres hijos están desparramados por el país".
Por el voley
Nació en Plátanos, el menor de cinco varones, cuando la localidad formaba parte del partido de Quilmes (con posterioridad pasó a integrar el distrito de Berazategui). Comenta que "somos familias de varones, mis nietos lo son en su gran mayoría, de mis cinco hijos cuatro son varones" (uno de ellos es Leandro, ex jugador de la selección nacional de voley).
El origen de su familia es católico, no practicante, con una participación en "lo tradicional que es para muchos el bautismo, la primera comunión, la confirmación, el casamiento y el sepelio... Pero no practicantes". Su vínculo con la Iglesia Reformada surgió a través del deporte, sobre lo cual recuerda que "como soy una persona alta, en la Iglesia de Plátanos se practicaba el voley y me invitaron a jugar. Aprendí a jugar al voley y cosas muchísimo más importantes. De mi familia, soy el único que practicó una religión que no es la católica".
Realizó parte de los estudios con profesores del Instituto Universitario ISEDET, en la capital federal. "Con dos jóvenes más nos formamos con una modalidad similar. En aquella época ya estábamos casados y teníamos hijos, así que nos era difícil estar en el internado del seminario -relata-. Ibamos dos o tres veces por semana y los restantes días cumplíamos la labor pastoral en alguna congregación". En este sentido, destaca que "teníamos más práctica que teoría, lo nuestro fue un poco terminar de estudiar y ya dedicarnos plenamente a la tarea pastoral".
El regreso
Trabajó en Tandil, Tres Arroyos, Brandsen, Chascomús y Quilmes, en tanto que "últimamente estaba viviendo en Azul. No ejercía una función pastoral plena, colaboraba con la Iglesia Reformada".
En Tres Arroyos tuvo vivencias que no olvida y por esta razón, sostiene que "es algo que estaba dentro mío alguna vez volver". En la capilla de Cristo Vive permaneció durante cuatro años y señala que se trató de "una experiencia muy linda a nivel congregacional como a nivel comunidad".
Demuestra entusiasmo al describir esta nueva etapa y cuando hace referencia a la ciudad pondera el trato de los vecinos. Argumenta que "siempre me atrajo la calidez del grupo de la iglesia y de la sociedad, que es bastante especial. A lo mejor ustedes que viven desde que nacieron aquí no se dan cuenta, pero uno que viene de afuera lo nota. No me equivoqué, ya en estos quince días me doy cuenta que realmente es una sociedad cálida".
En el último sínodo de la Iglesia Reformada realizado en 2009, encuentro destinado a analizar asuntos eclesiásticos, Maly se reintegró en su actividad. "Coincidió que unos meses más tarde se presentó la posibilidad de cubrir una vacancia en Tres Arroyos -manifiesta-. Se siguieron los procesos en primer lugar para la elección de un binomio y luego del pastor, recayó en mí la responsabilidad de llevar adelante esta tarea".
A su función en el templo de Maipú 475 y en Claromecó, en calle 32 entre 21 y 23, con las congregaciones de ambos lugares, se suman la participación en el Colegio Holandés y en el hogar de ancianos El Atardecer, fruto de un proyecto de las colectividades danesa y holandesa. Puntualiza que "es un conjunto de actividades relacionadas con la congregación en sí y con la sociedad también. Por el hecho que la comunidad reformada es bastante grande, la visitación ocupa un tiempo importante".
La Iglesia Reformada cuenta con 117 años de historia en el país y 102 en el distrito, de acuerdo a los registros y a los datos sobre esta misión de llevar el testimonio de la fe que impulsaron los inmigrantes. Maly habla de los aportes de la comunidad de la Iglesia, dice que "está muy enraizada en Tres Arroyos" y subraya que "es mucho lo que ha hecho por la sociedad". No obstante, deja en claro: "También estoy convencido que hay mucho por hacer. En la medida que la Iglesia cumpla con su tarea de ser sal, luz, levadura, como dice nuestro Señor en los evangelios, ese servicio va a redundar en beneficio de la comunidad toda".
Volvió Leopoldo Maly. Los caminos de la vida y de la fe dieron lugar al reencuentro. Ha sido recibido con alegría y así lo siente, en esta nueva etapa de la Iglesia Reformada.
Tiempos de integración
En octubre próximo culminará un proceso para que la Iglesia Reformada sea también parte de la Iglesia Evangélica del Río de La Plata
En el Primer Encuentro de Familias que se concretó en mayo en nuestra ciudad, uno de los temas analizados fue la integración con la Iglesia Evangélica del Río de La Plata. Maly lo define como "un proceso de unos cuantos años" y pone de manifiesto que "va a tener su culminación en octubre en Entre Ríos cuando se firmen los compromisos mutuos correspondientes y pasemos a integrar una misma comunidad".
La identidad se mantiene, con la incorporación a su vez en "una familia" más grande. "Por un lado seguiremos siendo iglesias reformadas, pero a nivel institucional seremos también parte de la Iglesia Evangélica del Río de La Plata", expresa.
Maly valora esta coincidencia, fruto seguramente de la predisposición franca y el convencimiento. "Creo que es importante -destaca-. Generalmente dentro de las comunidades se da un proceso de división. En cambio, en este caso se da un proceso muy importante de unidad que es mirado con atención no solamente dentro de nuestro país por otras iglesias protestantes, sino también a nivel latinoamericano y diría a nivel mundial".
El interés que genera este vínculo queda en evidencia al considerar que "están pensando en venir algunos representantes de iglesias de Estados Unidos y de Europa. No es frecuente que las iglesias se unan en pos de un mismo objetivo", sostiene y reitera que "muchas veces por distintas circunstancias lo que se da es la división".
Pastores
Hasta comienzos del presente año, la labor pastoral en el templo de Maipú 475 y en Claromecó estuvo a cargo de Roberto Jordan, quien dio continuidad a su actividad en Inglaterra. En su reemplazado fue llamado por la Iglesia Reformada el pastor Leopoldo Maly. Entre quienes se desempeñaron en períodos anteriores se encuentran A. Roelloos (1911-1912); S. Rijper (1912-1919); B. Bruxvoort (1932-1935); J. J. Poot (1938-1950); D. Bergsma (1945-1948); J. L. van der Velde (1950-1971); G. Oberman (1968-1977); P. W. Millenaar (1977-1995); y J. Zijlstra (1994).
La capilla ubicada en Rauch y Sáenz Peña fue creada en 1962 y funciona en forma independiente desde octubre de 1984; tiene como denominación Iglesia Reformada Cristo Vive. Leopoldo Maly cumplió funciones allí entre 1972 y 1976, una experiencia que recuerda con cariño y que dio lugar a una relación especial con Tres Arroyos.
Orígenes
El nacimiento de la Iglesia Reformada en Tres Arroyos fue una expresión de las necesidades espirituales de los inmigrantes y surgió en una reunión realizada el 27 de abril de 1908, oportunidad en la cual visitó la ciudad el pastor holandés van Lonkhuijzen. En un relato de Diego Zijlstra, quedan de manifiesto las dudas y también las limitaciones en la naciente Iglesia; "nosotros los hombres miramos lo que está a la vista y según eso juzgamos, como es lógico. Dios, en cambio, ve una obra aún no empezada, como si ya estuviese en su apogeo. El, sin duda, esa noche que se fundó nuestra iglesia ya la vio como sería hoy y cómo será decenas de años después".
viernes, 5 de noviembre de 2010
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