viernes, 17 de julio de 2009

Nuestros cultos y la gripe A


Castelar, 1º de julio de 2009

Queridos hermanos y hermanas:

"Pues ya llega la hora, y es ahora mismo, cuando ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo." (Juan 16:32-33)

La invasión de noticias que entre ayer y hoy (y tal vez en los días por venir) están colaborando a generar un clima de caos, de inseguridad, de miedo excesivo, de reacciones institntivas más que racionales, también golpea la puerta de nuestras iglesias. Personas preguntan si debemos seguir celebrando los cultos, si no hay que suspender reuniones de jóvenes o de estudio bíblico o cosas similares.

El tema, sin dudas, merece un abordaje serio y coherente con la fe que profesamos.

Nuestros cultos y actividades pueden proseguir, siempre que las instancias gubernamentales no declaren una emergencia sanitaria que prohiba las reuniones cúlticas. Por supuesto que hay que tomar algunas medidas preventivas:

* ventilar los espacios de reunión con tiempo suficiente antes y luego de cada encuentro,

* colocar jaboneras con alcohol en gel para que quienes llegan a la iglesia puedan usar al antrar y al salir,

* tratar de evitar el uso de himnarios y Biblias, reemplazando esto por hojitas con las canciones y las lecturas. Estas hojas luego se descartan,

* recomendar pastoralmente a las personas que se sientan con síntomas de gripe a que no asistan a las reuniones. Orar por ellas y acompañarlas solidariamente en un proceso que puede generar mucha angustia,

* evitar que mujeres embarazadas y personas con dificultades respiratorias crónicas o con inmunodefinciencias asistan al culto,

* no colocar en nuestras liturgias gestos que impliquen tocarse. Pero cambiar esto por un saludo con la mano desde lejos, una sonrisa cálida en lugar de un beso, etc. Es decir, no dejar de ser personas que nos reconocemos en nuestra hermandad en Cristo y no dejar de expresar de alguna forma que nos queremos y nos aceptamos,

* en los lugares donde hay temor por celebrar la Santa Cena, sugerimos optar por la intinción (como bien recomienda el pastor Gattinoni en un reciente mail). Esto es, mojar el pan en la copa para evitar beber de una misma copa. Ótra opción es leer el texto de institución de la Santa Cena, hacer el gesto de la partición del pan y el llenado de la copa y en el momento en que normalmente se participaría, hacer una oración pidiendo a Dios poder celebrar juntos y juntas este sacramento. No es de mi personal agrado, pero las copitas individuales podrían ser otra opcion transitoria,

* poner en lugares visibles cartillas informativas y los teléfonos de centros asistenciales especializados,

* colocar de manera visible textos bíblicos de fortalecimiento de la fe y la confianza en tiempos de prueba,

* organizar horarios específicos durante la semana para que las personas, en sus hogares, oren por el fin de la pandemia de la gripe y la pendemia del miedo.

Por otro lugar, cuando la situación pase, con más serenidad, invito a reflexionar a la membresía de nuestras iglesias sobre las pandemias silenciadas, aquellas que no nos generan alarma porque no nos amenazan de manera directa: las miles de muertes por desnutrición infantil, las cantidades de muertes a causa del abuso del alcohol y de las drogas, las muertes anuales en accidentes de tránsito, las muertes por trastornos respiratorios derivados de gripes normales (que matan más que esta gripe nueva), las muertes de personas en situación de pobreza extrema por causas evitables.

Jesús, al despedirse de sus discípulos les decía que lo iban a dejar solo. Ellos no lo creían, lo negaban. Pero al final sucedió. El temor los venció y muy pocos estuvieron junto a la cruz y nadie estuvo en la mañana de la Pascua con el Señor. No dejemos nosotros de reunirnos dejándonos vencer por los miedos que nos generen las amenazas reales o distorsionadas de nuestro propio tiempo.Estamos en un mundo donde el sufrimiento es una realidad. El sufrimiento circunstancial de esta gripe A y todos los demás sufrimientos. Pero no perdamos de vista que nuestra fe está puesta en Aquel que vence los miedos y que pone cada cosa en su justo lugar.

Celebremos nuestra fe, alabemos a Dios en medio de la vida, cantemos con alegría, oremos con fervor y esperanza, seamos solidarios con quienes sufren y prediquemos el triunfo del amor de Dios y de la Vida en plenitud.

Los saludo en la paz que trasciende los gérmenes del mundo, en la paz que viene de Cristo, dueño de nuestras vidas.



Rev. Gerardo Oberman
Iglesias Reformadas en Argentina
Presidente
Montes de Oca 2571
B1712BYK Castelar - Argentina
Tel./fax: xx 54 11 4629-2698
Correo: presidencia@iglesiasreformadas.org.ar
www.iglesiasreformadas.org.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario